Capitulo 1.- El Encuentro Oscuro
El mundo se recuperaba de unos de los golpes más duros de la historia. La guerra que se abrió en el planeta había traído hambre, miseria y destrucción. Esa época quedó marcada como la más animal y sangrienta que el hombre hubiese imaginado, la masacre total por poder y pertenencia. La destrucción de toda Moral y Razón. Los países sobrevivientes a tan cruel etapa se confabularon en cada uno de sus continentes, creando bloques de países continentales que fueran independientes y al mismo tiempo interdependientes. Esos bloques de Países fueron llamados Federaciones, cada una con el nombre del continente perteneciente. Para esto, se creo un tratado mundial, en donde las federaciones se comprometían a no volver a crear una guerra más.
Es el año 2041. Empilom, la capital federalista del bloque Las Américas, es el escenario de un sin fin de casos sin culpables. Desde hace cuatro años, con la muerte de la Jefa de Policía federal, la delincuencia a alcanzado límites inimaginables. Nadie entiende que pasa entre las sombras de la noche. Solo saben que la sangre seguirá corriendo lentamente.
- Señor, la señal indica que el Diamante Light Blue se encuentra en el callejón Alfa-4 con la avenida 45, detrás del negocio de comida rápida "Los Bárbaros"
Se escucha el holograma proveniente de la capsula de información del BMW_Bluss que cruzaba la Avenida 47. Albert Carter, el actual jefe policial de la capital federal, muestra en su mirada una determinación indomable.
- Muéstrame un atajo para llegar, y envía la señal a todas las unidades de respaldo. No podemos perderlos de vista.
En la pantalla del recorrido de la ciudad se carga la información del atajo y el mismo BMW_Bluss sigue las indicaciones correspondientes.
Sobre el local de "Los Bárbaros", una capa Naranja y negra se escondía observando todo lo ocurría. Los jóvenes ladrones llegan al lugar con el Diamante en sus manos y el blanco que buscaba estaba tomándolo. La sombra naranja enciende su látigo de Energía térmica cuya luz hacía brillar sus grandes ojos amarillos.
- Nos encontramos a 500 metros del Blanco.
Albert toma su arma. Observa como su destino se acercaba rápidamente. Al ser dada la señal, el auto se detiene y el sale sigilosamente dispuesto a investigar los ladrones y esperando que las unidades de refuerzos llegaran. Él se acerca por el pasillo detrás de la edificación y ve a los jóvenes con un hombre alto, moreno y bastante robusto, sin cabello y barba abundante. Albert manda la señal a sus unidades para avisar que era hora de actuar. Pero para su sorpresa, una nube de humo llena todo el pasillo seguido por una gran explosión y dos gritos. Él sale de su escondite y ve a los jóvenes inconcientes y al hombre moreno suspendido en el aire con un látigo fluorescente color Naranja amarrado en su cuello. Asustado observa los dos brillos amarillos que se infiltraban detrás del humo y como el látigo desaparece de su vista dejando caer el hombre muerto. Se escucha rodar un objeto por el suelo y abre una cortina de humo ocultando así los ojos amarillos y todo rastro de la aparición. En ese momento llegan las unidades de refuerzo y encuentra a su jefe en medio del pasillo con los jóvenes inconcientes y el hombre tendido con todo su cuello quemado. Todos lo miran extrañados.
- ¿Te lograron ver?
Se ven los labios finos moverse en el telecomunicador.
- No, si algo vio fue el látigo. Están llegando muy rápido, no es normal.
- Lo sé.
La mujer se levanta sobre la techumbre de un edificio en el Norte de Empilom. Ella ve el paisaje de una ciudad oscurecida.
- Hay que tener cuidado, esto no se puede repetir.
- Ya terminé con mi misión. Es hora de irnos.
- Entendido
Se ve caer la capa violeta y negra por el viento hacia la carretera. El planeador del traje se activa alzando vuelo a la imagen que se pierde en las nubes de la ciudad.
- Cuándo me lo dijeron los novatos no lo quería creer. Pero estoy seguro que vi ese látigo fluorescente.
- ¿No habrá sido una ilusión? (Dice la misma rubia que se vio en el holograma de la capsula de Información)
- No Sally, estoy seguro que fue real.
Albert tomaba una taza de café en el departamento de policía preparado por su Secretaria Sally Minder. Aún se notaba consternado por lo visto.
- Es mejor que se vaya a descansar señor. Mañana tenemos mucho trabajo que hacer y ya es muy de noche.
- No creo que pueda dormir después de lo que vi.
- Haga el intento entonces. Usted es bueno en eso.
Albert le sonríe a su secretaria sabiendo que ella tenía razón. Siempre había sido bueno intentando lo que no podía.
El día llego alumbrando la calle y mostrando los vestigios dejados en la noche. Las noticias de asesinatos, muertes, robos, secuestros, no se dejaron esperar en los medios de comunicación, ni mucho menos en el departamento de policía. Albert llega a su oficina, la cual tenía una hermosa vista de la ciudad y se sienta en el escritorio dispuesto a revisar cada reporte de la noche. Mientras los revisaba ve la compuerta abrirse y entrar una hermosa rubia muy joven, para el conocida.
- ¡Albert!
- Kaede, ¿Qué haces aquí?
- Vine a visitarte hermano.
Kaede Carter, la hermana menor de Albert se apresura sin pensar y se sienta sobre las piernas de su hermano.
- Papa y Mama se marcharon hoy hacía la provincia de Venezuela y me quede sola en casa.
- Mi padre me había comentado ese viaje. (Dice Albert)
- Y sabes que la casa es muy grande y me da miedo quedarme sola.
- ¿Y el personal de Limpieza?
- De todas maneras, no es lo mismo. ¿Puedo quedarme en tu apartamento?
- No podré atenderte. Sabes que trabajo de Noche.
- ¡No importa! ¡Yo te atiendo!
- Kaede, bájate de mis piernas, no es correcto.
- ¿Por qué? Eres mi hermano, ¿no?
Albert sonríe mirando a su tierna hermana. Ella apenas tenía 16 años pero era muy hermosa y coqueta.
- Estoy en muy Oficina Kaede. (Insiste Albert tranquilamente)
- ¡Esta bien! No te molesto más. (Kaede se levanta de las piernas de su hermano y se acuesta en el mueble adyacente al escritorio) ¿Pero me puedo quedar contigo en el apartamento? ¿O tendrás visita?
- No tendré ninguna visita, puedes quedarte.
- ¡Genial!
Albert escucha a su hermana contarle todo lo que había sucedido desde que salio de su casa hasta que llegó al departamento. Sin embargo, no podía quitar de su mente la imagen de la noche anterior. Eso lo perturbaba.
- Señor, según la información los jefes de la banda "Escoria" se reunirán en la calle Holly, entre los Edificios "Bianca" y la residencia "Luz del Alba". Ya envié la señal para los refuerzos.
- Excelente Sally, ya estoy apunto de llegar.
En su rutina nocturna, Albert de nuevo se encontraba frente al volante en otra persecución policial. Él había dejado a su hermana en el apartamento tal y como se lo había prometido. Al llegar al lugar de encuentro, Albert saca su arma y se asoma por el callejón viendo a los tres hombres parados en círculo. Sin esperar que los refuerzos llegaran y viendo que los tres hombres estaban desarmados, decidió actuar por su cuenta.
- ¡Alto allí! (Gritó Albert con Autoridad)
Los hombres lo observaron insignificantemente y Albert es golpeado por detrás por otro hombre que llegaba al lugar. El arma que llevaba fue tomada por uno de los mafiosos y este lo apunta. Albert observa fijamente reprochándose su error y cerrando los ojos a esperar las consecuencias. De repente los gritos y alaridos llamaron su atención, y al abrir sus ojos ve su arma en el suelo y a los hombres tirados en el pavimento. Al ver a su derecha, siguiendo el olor a sangre quemada, ve al hombre que tenía su arma clavado a la pared y a una sombra Violeta con un arma fluorescente en forma de espada. El arma pierde su brillo y la sombra camina hacía una pared de concreto. Él se levanta sin entender lo sucedido y corre hacía la sombra, quien se ha detenido, para golpearla y saber su identidad. La sombra voltea y el golpe apenas logra rozarla, pero la fuerza ejercida hizo arrancarle un pañuelo violeta que Albert toma en el aire. Él voltea.
El aire susurra entre la calle Holly. La larga cabellera negra va cayendo vertiginosamente sobre los hombros y la espalda de la mujer. La mujer voltea con una mirada amenazante, dejando ver sus ojos violetas brillando en la oscuridad. Ella vuelve a encender el arma cuando escucha que las sirenas de los refuerzos se acercaban. Albert la miraba espantado mientras ella vuelve a apagar su arma y realiza un salto magistral hasta unas de las cuerdas que unía ambos edificios. Ella lo mira por última vez, como si se grabara su imagen en su cerebro, antes de volver a saltar y perderse en el techo del edificio.
Albert queda atolondrado en medio del callejón mirando hacia la techumbre, mientras los refuerzos tomaban los cadáveres de los hombres asesinados. La imagen de aquella mujer de larga cabellera negra, ojos violetas y labios finos se había clavado en su mente. Esa mirada llena de odio que le lanzo antes de marcharse. Observa en el suelo una cinta violeta que de seguro se le debió haber caído en el momento del golpe fallido. Él la toma entre sus manos y observa el negro cielo de Empilom, cada vez más lúgubre.
Fin del capitulo 01
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Palabras del la autora:Esta historia es una de mis favoritas ya que cada personaje tiene algo que se asemeja a mi y muchas cosas de las que viven o sienten tienen que ver con mi propia historia. Espero que la disfruten y puedan ver detrás de la oscuridad que rodea el relato, la calidez de cada personaje.